31 de enero de 2012

La casa del shitan

Había una vez una casa abandonada desde hacía muchos años. En aquella casa se dice que vivían tres familias de tres religiones distintas: una familia era hindú, otra de religión hebrea y otra era paquistaní. En la casa había tres ídolos distintos que alababan sin parar, pero como la casa era lo suficientemente grande, cada una podía llevar libremente su religión.

Una noche muy lluviosa y con mucho viento, las tres familias soñaron que se acercaba una oscuridad negra que atravesaba las ventanas de los cuartos y oían una voz que decía:  

- ¡Ja, ja, ja! Soy Satanás, que atravieso paredes y ventanas para ocultarme entre vuestros ídolos, porque estos ídolos son míos y me gusta que los alabéis. 

Cuando despertaron al día siguiente, todos murmuraron y se contaron los sueños, y descubrieron que todos habían soñado lo mismo.




Aquellas familias siguieron viviendo sus vidas y alabando a sus ídolos. Pero un día pasó un anciano con vestidura blanca y pegó en la puerta de quella casa. Una de las personas de la casa abrió la puerta y le preguntó quién era. El anciano le respondió: 

- Soy un musulmán que sólo pido cobijo para unas noches. Vengo de muy lejos y no tengo familiares ni conozco a nadie por aquí.

Porque hacía mucho frío y lluvia, el anciano estaba helado, y le hicieron pasar y le dieron una habitación. El anciano quedó muy contento y dándole las gracias a todos. Sacó sus cosas de un saco que llevaba. Lo primero que sacó fue un libro del Corán que en sus ratos libres recitaba en voz alta. Las vecinas lo escucharon, y cuando el anciano salió de la casa, le preguntaron:

- ¿Cuál es tu religión?
- Mi religión es el Islam, mi Dios es Al-lah y mi libro es el Corán, que recito cada noche y cada día. 
- ¿Qué has soñado esta noche? ¿Acaso has soñado lo mismo que nosotros?
- He soñado con una nube blanca quiada por dos ángeles, que la llevaron hasta mi libro. Yo recitaba, y oí una voz que decía: "Esta es la verdadera religión, porque es escrita por Al-lah"

Todos se sorprendieron de que su sueño fuera distinto que el de todos los demás, y le preguntaron que por qué él había soñado una cosa distinta. El anciano contestó:

- Porque Satanás no puede acercarse al Corán ni recitarlo, porque con las palabras de Al-lah se quemaría. Por eso soñé con una nube blanca y dos ángeles.


Contado por: Asmae Bouzarioh Lahbib (2º C ESO)