Érase una vez una familia de vampiros que fueron de viaje a Canadá, para vivir allí. Cuando llegaron no encontraron casa y fueron al bosque a pasar la noche. En ese lugar encontraron una cueva muy confortable que tenía todo preparado: sofá, tele, cocina y baño. Esa gruta era de una familia de hombres lobo.
Cuando volvieron los verdaderos dueños de la cueva, empezaron a pelearse con los vampiros. Para salvar al niño vampiro, sus padres se entregaron, pero los hombres lobo se llevaron al niño a la ciudad y lo sacrificaron.
Los vampiros fueron víctimas de un engaño por parte de los hombres lobo.
Mohamed Luckman
(Grupo 1º D ESO)