Las banderas que izaban los piratas y otros asaltantes como corsarios, bucaneros o filibusteros, eran para anunciar que no daban ni esperaban cuartel. La elección era la rendición o la muerte. Trataban de infundir un miedo paralizante entre
las tripulaciones de los barcos o ciudades costeras atacadas.
Bandera pirata conservada en el Museo de la piratería de Nassau (Bahamas) |
Las primeras banderas se creen que fueron rojas, recordando la sangre que derramarían si no se entregaban. Aunque después fueron habituales también las negras, que son las que se han popularizado más.
Al trapo rojo o negro de las banderas se le añadían símbolos relacionados con la muerte y el terror, como calaveras, esqueletos, cuchillos, etc. para recordar que no tendrían clemencia, si las víctimas no se rendían a tiempo. Transmitían un mensaje de crueldad y muerte si no accedían a sus exigencias.
Las banderas de los corsarios también solían llevar algún escudo o insignia representativo de su país. En algunos casos, si habían participado en algún hecho notorio, lo reflejaban en la bandera.