11 de mayo de 2014

Los piratas berberiscos

Los piratas berberiscos fueron piratas y corsarios que actuaron desde el Norte de África (la "costa berberisca"), donde tenían sus bases, contra los intereses de las naciones europeas. Desde Túnez, Trípoli, Argel y puertos de Marruecos, acosaban el tráfico marítimo en el mar Mediterráneo occidental desde el tiempo de las cruzadas, y este acoso se hizo especialmente intenso tras la caída de Constantinopla (1453) en manos de los turcos otomanos.

Desde muy antiguo —como atestigua la campaña llevada a cabo por Julio César contra los piratas— y organizadamente desde el siglo XIV, el mar Mediterráneo conoció numerosas incursiones de piratas que atacaban las naves y costas europeas.


Sus plazas fuertes estaban situadas en varios puntos de la costa de África del Norte conocida como la costa berberisca (término que define al Magreb), aunque su depredación se extendía por todo el Mediterráneo y en el litoral atlántico de África occidental, llegando a veces a puntos tan al norte como el sur de Inglaterra, Irlanda e Islandia. Además de apresar barcos y apropiarse de sus mercancías, la otra faceta lucrativa de su actividad era el asalto a pueblos costeros europeos, especialmente del levante español y el sur italiano, donde capturaba a sus pobladores que luego eran vendidos como esclavos en los mercados norteafricanos, en Argelia y Marruecos.

Aruch Barbarroja
Los más famosos corsarios fueron los hermanos otomanos Barbarroja, Aruch y Jeiredin, que tomaron el control de Argel a principios del siglo XVI y lo convirtieron en el centro de la piratería Mediterránea durante los siguientes tres siglos.


Los berberiscos contaban con los importantes puertos de Tánger, Peñón de Vélez de la Gomera, Sargel, Mazalquivir y los bien defendidos en Túnez y Argelia, incluso Trípoli, desde los que atacar cualquier punto del sur europeo y refugiarse con rapidez llevando los rehenes por los que se pedía rescate.

Compra de cautivos cristianos por monjes católicos.

La mayor parte de las naves berberiscas eran galeras de poca altura, propulsadas por remos. Los remos eran bogados por multitud de esclavos, algunos raptados de países europeos y otros comprados en el África Subsahariana. La galera generalmente tenía un solo mástil con una vela cuadrangular. Las acciones berberiscas fueron aumentando en número y osadía, llegando a tomar posesiones en Ibiza, Mallorca y en la propia España peninsular, con ataques en Almuñécar o Valencia.

El apogeo de la piratería berberisca llegó en el siglo XVII, en un momento en que muchos antiguos piratas ingleses —después que el rey Jacobo I de Inglaterra proclamase formalmente el fin del corso en junio de 1603— también colaboraron en la conocida como piratería anglo-turca. No solo los corsarios ingleses participaron a esta colaboración, sino también los holandeses, como el renegado cristiano Simon Danseker, que introdujo importantes innovaciones en el diseño naval de los barcos piratas.

Batalla entre la fragata británica HMS Mary Rose y siete piratas argelinos, en 1669.

En el siglo XVIII, la práctica de la piratería, lejos de decrecer, se mantuvo e incluso aumentó en algunos momentos gracias a la disminución del dominio marítimo español sobre el Mediterráneo occidental.

Las acciones de los piratas berberiscos no remitirán hasta comienzos del siglo XIX, cuando países como Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos comenzaron a realizar campañas de castigo contra la base pirata de Argel. Ésta vio destruida gran parte de su flota en 1816, y en 1830 cayó ante las fuerzas francesas.

Fuente: Wikipedia (Piratería berberisca, Piratería anglo-turca)