“La vida es como una caja de bombones, nunca sabes qué te va a tocar”
¡Cuán verdadera es esta cita sacada de la película “Forrest Gump”! Y así es. Imaginad una caja de bombones, ¡cuánta variedad! ¡Cuántos sabores! Cada uno de ellos con una forma diferente y todos en una misma caja. Pero ¡anda! Si esta cita representa perfectamente a nuestra sociedad; somos nosotros, sí, sí, unos altos, otros bajos, rubios, morenos, pelirrojos, listos, superdotados, discapacitados … Ummm.
Hoy quiero hacer un guiño especial a aquellas personas llamadas dis-capacitadas; siempre nos han enseñado que el prefijo DIS se usa para señalar dificultad, anomalía, negación, distinción y si buscamos en el diccionario el significado de DISCAPACIDAD nos la define así: “Falta o limitación de alguna facultad física o mental que imposibilita o dificulta el desarrollo normal de la actividad de una persona.”
Pero hoy no quiero hablar de esa discapacidad; hoy os daré una nueva definición de discapacidad, aquella en la que la falta o carencia no aparece, en su lugar encontramos la abundancia: abundancia de amor, sacrificio, perseverancia y esfuerzo, en la que tampoco encontramos límites sino aquellos impuestos por la sociedad, en la que todo es posible incluso lo imposible, en la que todo son facilidades y en la que no hay nada que se considere normal o anormal, sino diferente ….Me refiero a esa discapacidad que se mueve con AMOR.
Hoy quiero dar visibilidad a aquellas personas que son EXTRAORDINARIAMENTE CAPACES, capaces de conseguir todo aquello que se propongan, esas personas que les tocó ser el bombón único e irrepetible de esa caja que hablábamos al principio, aquellas que nos enseñan cada día que lo cotidiano es todo un reto para ellas y a pesar de ello no se rinden, son incansables, la adversidad no la conocen, las que pese a las barreras que les imponen las superan una y otra vez siempre con una sonrisa y con una fuerza imparable. A vosotr@s, “los extraordinarios”. Gracias por formar parte de nuestra vida, gracias por enseñarnos tanto, por hacernos empáticos y mejores personas, gracias por hacernos sentir afortunados, en definitiva, gracias por dejarnos saborear el mejor bombón de nuestra caja.
Patricia García
Profesora de Inglés del IES Rusadir
Publicado en Rusadir en acción nº 20
Noviembre 2019