5 de febrero de 2015

La historia de mi amiga

Sara, que acaba de cumplir 10 años, tiene los ojos tristes y está asustada. A ella le gustaría vivir feliz y tranquila, como otros niños y niñas de su colegio, pero no le es posible. Su padre se pasa todo el día quejándose de lo mucho que tiene que trabajar y de que con lo que gana, no tiene suficiente para poder vivir.

Lo malo es que, con ese motivo, se enfada y lo paga con su madre, y hay veces que hasta le insulta. ¡Como si ella tuviese la culpa! Entonces su madre se pone a llorar y Sara no sabe qué hacer para consolarla. Se le acerca, le da un beso, y su mamá le dice: "No te preocupes".

Pero es imposible; Sara no será feliz mientras no vea a sus padres sonreir.

Loubna Belkadi