Esta historia trata de cuando residía en Irak en el año 2001.
Vivía en una casa con mis padres, Mimon y Farida, y mis hermanas Soraya, Sabah y Dunia. Mi padre pertenecía a un partido político y mi madre era ama de casa.
Yo estudiaba en el colegio, y en esas fechas empezaron los problemas en el país, debido a la dictadura y las bombas nucleares. El presidente del país era Sadam Hussein.
En 2003 Estados Unidos decidió la invasión de mi país, porque pensaban que había bombas atómicas. Yo no estaba de acuerdo con esa decisión. Mi padre, al pertenecer al partido político del gobierno, fue detenido. Nuestra familia quedó destrozada, al igual que otras muchas familias. A los tres meses, mi padre quedó en libertad y gracias a un visado pudimos irnos del país.
Hoy por hoy me alegro de haber salido de Irak, porque por esas fechas el presidente cayó y mi país quedó totalmente destrozado con los continuos enfrentamientos entre los insurgentes y los estadounidenses, como si hubiera pasado un huracán.
A fecha de hoy la situación todavía es crítica, y yo no me veo volviendo otra vez a Irak.
Actualmente vivimos en Melilla. Mi padre consiguió un trabajo de mecánico, mientras mi madre sigue en casa, cuidando de mis hermanas y de mí. Somos una familia muy feliz.
Farah Mohamed Abdel-lah
2º E ESO