6 de febrero de 2013

Noche oscura del alma

n una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!,
salir sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.


En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía
sino la que en mi corazón ardía.

Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo con sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

San Juan de la Cruz: Noche oscura del alma.


 Dibujo de Laila Benhadduo
(3º A)



Juan de Yepes Álvarez (Fontiveros, Ávila, 1542 – Úbeda, 1591) fue un poeta místico y un religioso del Renacimiento español. Desde 1952 es el Patrono de los poetas en lengua española.

Perteneció a la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, a cuya reforma dedicó su vida y para lo cual escribió varias poesías y tratados espirituales.

Las fuentes sobre San Juan son ricas y variadas, pues ya en vida removió muchas conciencias, dejando impresiones duraderas en aquellos que le conocieron. El interés que despertó en su tiempo hizo que al poco de morir se redactasen varias biografías, y se tomase declaración a numerosos testigos. Es pues una vida documentada, que puede ser descrita con gran realismo. A pesar de ello, es pródiga en sucesos sobrenaturales o que fueron interpretados así por los respectivos testigos. Más allá de la interpretación que cada cual quiera darles, es una vida típica de su época, donde aparecen casi de forma cotidiana visiones, penitencias, arrebatos, tentaciones y endemoniados. Nada de eso, si bien llamativo, es realmente importante, pues San Juan de la Cruz es hoy reconocido como un Doctor de la Iglesia.

En el ámbito no religioso, es conocido sobre todo por sus poesías, que desde la prisión o la soledad interior en que fueron escritas han cruzado los siglos levantando admiración y creando escuela.


 La vida de San Juan corre paralela a la de Santa Teresa de Jesús. El común empeño que los llevó a reformar su orden los mantuvo unidos durante décadas. También la cercanía motivada por el interés místico de sus espíritus. A pesar de ser San Juan treinta años más joven, ella fue para él una hija y él para ella un padre. Otras personas destacan en su vida. Ana de Jesús, su mejor discípula. Fray Antonio de Jesús, compañero primero en la reforma.

La vida de San Juan es muy viajera. Castellano como fue de nacimiento, murió sin embargo en Andalucía, llevándole su destino por Medina del Campo, Salamanca, Ávila, Toledo, Baeza, Granada, Segovia y, finalmente, en el tiempo de su muerte, Úbeda.


(Wikipedia)




Wikisource contiene Poesías de San Juan de la Cruz





Loreena McKennitt:The Dark Night of The Soul 
Words by St. John of the Cross; arranged and adapted by Loreena McKennitt