20 de marzo de 2012

El Quijote

Érase una vez un chico hidalgo muy humilde que se llamaba Quijote. Vivía en un molino con su amigo Sancho Panza. Quijote era un caballero que enloquecía a las mujeres, y como luchaba con su caballo y su espada, tenía un escudero que era Sancho Panza, que iba en burro. 

Quijote aprendió a luchar muy bien gracias a los libros que leyó de caballería. Todos los días iba a dar un paseo con su escudero, pero Sancho no era muy afortunado con las mujeres. Era un poco humilde: le gustaba comer mucho, pero no tenía dinero. Eran muy pobres, ganaban dinero de una forma... Cuando luchaban y ganaban cogían el dinero de los enemigos caídos en el suelo. Con eso compraban algo para poder comer, y así hacían todos los días.

Quijote amaba a una mujer idealizada que se llamaba Dulcinea. Un día se puso contento y se lo dijo a su escudero Sancho, que se rio. Quijote fue para Dulcinea y le pidió una cita. Dulcinea se lo pensó un rato y le dijo que sí. Quijote fue al molino muy contento y le dijo al escudero que Dulcinea le había dicho que sí.
- Es guapa, bella y muy humilde -, le dijo.

Sancho no se lo creyó hasta que lo vio con sus propios ojos, pillándose de la menor, y luego se lo creyó.

Gafur (2º C ESO)