Érase una vez una clase llamada 2º E. Estaba compuesta por antiguos alumnos de 1º G y 1º H. Ambas clases eran de liantes, pero después se juntaron y se formó 2º E.
Al principio iba bien, nos íbamos conociendo y bien. Después cogimos confianza y empezamos a liarla, a robarnos, hasta que el profesor se cabreó y tomó sus medidas, que fueron colocar a los alumnos por orden alfabético desde la A a la Z. No todos pagaron.
Después todos empezaron a reflexionar y nos íbamos portando más o menos bien. Al cabo de un tiempo empezamos de nuevo. El profesor formó unos grupos que se hacían llamar los "kie". Yo era más o menos de ese grupito, pero después reflexioné y vi que si seguía en ese grupo no llegaría nunca a ningún lado. Decidí salir: le escribí una propuesta, no la cumplí entera pero después la terminé de cumplir entregándole trabajos. Lo aceptó y me sacó, y me iba todo como la seda.
Pero en el segundo trimestre algunos alumnos y alumnas se subieron y empezaron a reise de tonterías e incluso de su misma cultura, y no sé cómo va a terminar esto. Creo que yo terminaré bien, eso depende de mí, pero los "kie" tal y como van por ahora no llegarán a ningún lado.
Yunes Cervantes Hassan (2º E ESO)