El día 1 se produjo una gran pelea a la salida de nuestro instituto: eran los de la Cañada contra los del Barrio Hebreo. Todo estaba lleno de gente. Yo salía del instituto y estaban todos los de la Cañada esperando a uno de Barrio Hebreo. Cuando ese niño salió del insti y se encontró todo aquello se fue corriendo para su barrio, donde estaban sus colegas. Los de la Cañada fueron a por él para pegarle. Yo me asusté porque veía muchísima gente, más de lo que os podéis imaginar. Había policías, pero no podían hacer nada porque eran muchos los niños y los policías no llegaban ni a seis.
Vi todo tipo de cuchillos y navajas. Todos se fueron para abajo, para Barrio Hebreo, pegándose. La Policía intentaba parar y separar la pelea, pero nada: eran muchos, muchísimos, y la pelea seguía. Vi a un niño tirado en la carretera, otro tirándose encima para pegarle.
De momento llegaron más policías, pero también era casi inútil porque eran demasiados. Al final lograron separarlos porque sacaron la porra y se asustaron. Los de Barrio Hebreo se quedaron sentados en la escalera que hay allí, más abajo del instituto, y los de la Cañada enfrente gritaban queriendo más pelea Yo me acerqué a un amigo mío que también estaba en la pelea y me enseñó con qué pegaba: su arma era un anillo con un hierro pequeño que sobresalía para afuera. Me quedé impresionado, sin palabras.
La Policía había pillado a uno de la Cañada y lo registraron por si tenía algún cuchillo o drogas, pero no tenía nada. Cuando soltaron al niño ese todos le dieron un fuerte abrazo, como si hiciera mucho tiempo que no lo veían. Tras una larga espera de 30 minutos, todos se fueron.
Younes Ghoula
Rusadir en Acción