11 de febrero de 2015

El triunfo de la vida (IV)

Al amanecer, Casandra se levantó, saludó a sus padres, se acercó a la cocina y se sentó al lado de su padre para desayunar juntos. Mientras desayunaba, se escuchó el tiembre de la puerta. Era Mariana. Casandra se despidió de sus padres y se fueron juntas. Por el camino, Casandra vio pasar con un coche al mismo joven con el que conversó en el cumpleaños de Mariana, y lo saludó tímidamente con la mano.

Después de las clases hacía mal tiempo, llovía mucho. De repente, el cielo se puso oscuro y triste. Casandra regresó a casa bien gracias a los padres de su amiga, que la acercaron con el coche. Mientras iba montada, Casandra pensaba que su padre no tenía dinero para comprar un coche. Trabajaba muy duro y con lo que ganaba no les cabía para nada.

Cuando entró en la casa, encontró una nota en la mesita de su cuarto y al leerla, se le puso la cara muy pálida y una lágrima suya se derramó sobre la hoja. La carta decía:

"Querida hija, no quiero preocuparte pero como no íbamos a estar en casa, no tengo más remedio que decírtelo. Tu padre está grave y hemos ido al hospital."

En aquella nota ponía la dirección del hospital. Casandra no podía esperar y no tardó ni un minuto en irse al hospital. Cuando llegó, los médicos le dijeron que sus padres habían sido trasladados en vuelo hacia Málaga, porque allí podrían tratarlo mejor.

Casandra no tenía ni idea de cómo viajar, ella nunca lo había hecho sola, y además estaba con las manos vacías. Sin embargo, regresó a casa y empezó a preparar todo lo necesario para viajar al día siguiente.

(Continuará)


Capítulos anteriores: 

Capítulo I (16/12/14)

Capítulo II (13/01/15)

Capítulo III (28/01/15)

Asmae Bouzarioh Lahbib

Grupo 1º BAC