27 de febrero de 2017

¿Por qué cuelgan los zapatos en los cables?

Quién de nosotros no se ha topado con esta imagen: un par de zapatos colgado de los cables en mitad de una calle. Podemos verlos alrededor de nuestro centro: en Barrio Hebreo, en Cabrerizas, en Barrio Cuernos, en el Monte…

Aunque a simple vista se trata de una moda o costumbre, parece que hay un significado detrás y que podría estar asociado a modos de delincuencia o la presencia de puntos de venta de droga.

Sin embargo, hemos de señalar que no parece haber un significado único de la práctica de colgar zapatos, pero si un nombre para el fenómeno: “shoefiti”. Es el resultado de unir las palabras ‘shoe’ (zapato, en inglés) con la terminación de ‘graffiti’. Esta denominación se originó en Londres, donde se considera su presencia una manifestación artística urbana similar a los graffitis.

Ahora bien, como decíamos, su colocación suele indicar un lugar habitual de venta de droga. Se dice también que podrían ser indicadores de lugares en los que resulta fácil cometer un robo.

Hay otros significados posibles para su presencia. Se trata de su colocación a modo de señalización urbana sobre el territorio de bandas o grupos más o menos organizados. Este uso está extendido en grandes ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, y crea una división del espacio urbano al tiempo que funciona como advertencia acerca de quien tiene el control de un barrio.

Se habla también de que podrían funcionar a modo de trofeos de «caza de delincuentes». Al robar a una persona le indican que se quite el calzado y lo arrojan allí para dejar constancia de su «hazaña».

Sin embargo, no todos tienen un significado oscuro: algunos cuelgan sus zapatos como testimonio de la obtención de un título, el inicio de un nuevo trabajo, la celebración de algún día especial, o hasta incluso la muerte de alguien, y finalmente otros los cuelgan para jugarle una divertida trastada a alguien conocido. Puede que estemos quebrándonos la cabeza para averiguar el significado de los zapatos que están colgados cerca de nuestro instituto, y quizás solo se trate de una inocente broma entre amigos.


Farouk Benaouda

Rusadir en acción

Redacción