Pepita, una joven de dieciseis años, estaba en su casa, en su ordenador, chateando con los amigos. Como no había nadie en casa, ella se aburría mucho, así que apagó el ordenador, se puso el bikini, cogió su MP3, cogió una toalla, se hizo una coleta en el pelo y se fue a la playa.
A Pepita le encantaba la playa pero le daban mucho miedo los tiburones, por eso nunca se bañaba en el mar.
A Pepita le encantaba la playa pero le daban mucho miedo los tiburones, por eso nunca se bañaba en el mar.
Nada más llegar a la playa puso su toalla sobre la arena, quitó la coleta de su pelo rubio y empezó a echarse crema sobre su cuerpo bronceado. Aquel día Pepita estaba dispuesta a perder el miedo a los tiburones, así que dejó las chanclas en la arena y se fue corriendo hacia el mar. Al principio se mojó sólo los pies, luego se fue metiendo más y más hasta que el agua le llegó al cuello. Entonces se dio cuenta de que se había alejado mucho de la playa y le entró un poco de pánico. Sentía que algo le tiraba del pie, estaba asustada, y lo único que podía hacer era gritar. Pero estaba demasiado lejos, nadie la escuchaba. En su mente escuchaba aquella música de fondo que ponen en las películas de terror que hace tantantantantantantan. Ella intentaba volver, pero no podía, estaba cansada.
Seguía sintiendo que algo le tiraba del pie y entonces vio a su compañero de clase Pepito salir de debajo del agua. Ella le preguntó qué hacía allí, y él le dijo que tan solo era una broma. Pepita no era una chica que se enfadara por todo, así que lo perdonó.
Volvieron otro día a la playa, jugaron a hacer castillos de arena, a voley playa, a fútbol, y se hicieron muchas fotos. Nada más llegar a su casa Pepita se puso a subir fotos en su tuenti y ese día fue el mejor de su vida.
(1º H ESO)
Seguía sintiendo que algo le tiraba del pie y entonces vio a su compañero de clase Pepito salir de debajo del agua. Ella le preguntó qué hacía allí, y él le dijo que tan solo era una broma. Pepita no era una chica que se enfadara por todo, así que lo perdonó.
Volvieron otro día a la playa, jugaron a hacer castillos de arena, a voley playa, a fútbol, y se hicieron muchas fotos. Nada más llegar a su casa Pepita se puso a subir fotos en su tuenti y ese día fue el mejor de su vida.
Suliman Abdesadik Soussi