13 de noviembre de 2011

Chadia no ha vuelto al instituto

Chadia, en el salón de su casa en Melilla, en junio de 2011

Chadia, de 15 años, no ha vuelto al Instituto Rusadir de Melilla. La niña española abandonó sus estudios de 3º de la ESO porque no le permitían acudir al colegio con su burka negro, tapada por completo y con guantes hasta el codo. En su relato, publicado en EL PAÍS en julio pasado, aseguró que se matricularía este curso, pero no lo ha hecho. Miguel Ángel López, el director del centro, asegura que no saben nada de ella: “La niña se tiene que matricular. Si no se ha matriculado, está fuera de la red escolar. No sabemos si sigue aquí o está en otro lugar. No sabemos nada de ella. Ahora ya no es un caso de absentismo escolar”.

Chadia, nombre supuesto para preservar su intimidad, sigue viviendo en Melilla junto a su madre, de 42 años, en el mismo domicilio, una casa alquilada y sin ascensor de 90 metros cuadrados, según aseguran sus vecinos. “No está en casa, pronto va a cumplir 16 años y puede hacer lo que quiera”, dice una voz femenina muy parecida a la suya al otro lado de la puerta.

La escolarización es obligatoria hasta los 16 años y Chadia los cumplirá en febrero, pero supuestamente está sin escolarizar. El Ministerio de Educación y la Fiscalía de Menores actuaron en su caso. “No me importa perder el curso. Si no me dejan llevar el burka no quiero estudiar. Quiero hacer algo útil”, decía en julio.

EL PAÍS/J. M. I.