Había una vez dos amigos, un musulmán y un judío, que eran socios de un negocio de oro. Una vez el judío pensó en engañar al musulmán, cogió todo el oro que había en la tienda y lo enterró en el corral de la casa. Después le dijo a su mujer que le enterrase a él como si hubiera muerto, pero que dejase un agujerito para poder respirar y comer, y que avisara al socio de su defunción.
Cuando pasaron unos días, el socio musulmán fue a casa del judío, y le preguntó a la mujer:
- ¿Está aquí mi socio? - La mujer le respondió llorando que había muerto. El musulmán se quedó extrañado.
- ¿Está aquí mi socio? - La mujer le respondió llorando que había muerto. El musulmán se quedó extrañado.
Días después, el socio musulmán vio por casualidad a la mujer del judío camino del cementerio, y decidió seguirla. Se asustó mucho cuando vio que la mujer se acercaba a la tumba del marido y hablaba con él. Al día siguiente, el socio musulmán decidió ir de nuevo al cementerio y, fingiendo ser la mujer del judío, le habló a la tumba:
- Hola, estoy aquí, soy tu mujer, ¿me oyes?
- Sí, te oigo –respondió el marido. -¿Has traído algo de comer?
- No he podido traer nada, porque no queda dinero en casa, -dijo la falsa mujer.
- Entonces ve al corral, escarba y allí encontrarás el oro.
- Hola, estoy aquí, soy tu mujer, ¿me oyes?
- Sí, te oigo –respondió el marido. -¿Has traído algo de comer?
- No he podido traer nada, porque no queda dinero en casa, -dijo la falsa mujer.
- Entonces ve al corral, escarba y allí encontrarás el oro.
Al oír aquello, el socio musulmán salió corriendo a casa del judío, encontró el oro enterrado en el corral y se lo llevó todo. Al saber la noticia, el socio judío, que seguía enterrado, se murió de rabia.
Cuento tradicional árabe
Contado por Khalid Akabouz (1º H ESO)
Curso 2010-11
Cuento tradicional árabe
Contado por Khalid Akabouz (1º H ESO)
Curso 2010-11