4 de abril de 2018

Blas de Otero: Pido la paz y la palabra


En el principio

Si he perdido la vida, el tiempo, todo

lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.



Blas de Otero Muñoz (Bilbao, 15 de marzo de 1916 - Madrid, 29 de junio de 1979) fue uno de los principales representantes de la poesía social de los años cincuenta. Con el nombre de poesía social se conoce un movimiento poético español de los años 1950 y 1960 caracterizado por la denuncia de las condiciones políticas y la reivindicación de la libertad.

Blas de Otero recibió una formación religiosa con los jesuitas y después de terminar su bachillerato se licenció en Derecho en Valladolid, carrera que nunca ejerció. Se trasladó luego a Madrid donde se dedicó por entero a la creación literaria.

Obtuvo varios premios importantes entre los que se cuentan: Boscán de Poesía en 1950, Premio de la Crítica en 1959 y el Fastenrath de la Real Academia en 1961.

Su legado sintetiza perfectamente la evolución de la poesía española desde el final de la guerra civil hasta los años 70, atravesando diversas etapas desde la expresión de sus angustias personales en un principio que más adelante desembocarían en una poesía de carácter social. Su tercera etapa está constituida por una poesía social que contrasta mucho con sus inicios en la poesía existencialista. En este período destaca “Pido la paz y la palabra” de 1955.