29 de agosto de 2018
Mujeres divinas
Hablando de mujeres y traiciones
se fueron consumiendo las botellas,
pidieron que cantara mis canciones
y yo canté unas dos en contra de ellas.
De pronto que se acerca un caballero,
su pelo ya pintaba algunas canas.
Me dijo: Le suplico, compañero,
que no hable en mi presencia de las damas.
Le dije que nosotros simplemente
hablamos de lo mal que nos pagaron,
que si alquien opinaba diferente
sería porque jamás lo traicionaron.
Me dijo: Yo soy uno de ustedes
que más ha soportado los fracasos
y siempre me dejaron las mujeres
llorando y con el alma hecha pedazos,
mas nunca les reprocho mis heridas,
se tiene que sufrir cuando se ama.
Las horas más hermosas de mi vida
las he pasado al lado de una dama.
Pudiéramos morir en las cantinas
y nunca lograriamos olvidarlas.
Mujeres, oh mujeres tan divinas,
no queda otro camino que adorarlas.
(Martín Urieta)