Porque Santa María, segund que dicho he,
es comienço e fin del bien, tal es mi fe,
fizle quatro cantares, e con tanto faré
punto a mi librete, mas non lo çerraré.
Buena propiedat ha, doquiera que se lea,
que si lo oye alguno, que tenga mujer fea,
o si muger lo oye, que su omne vil sea,
fazer a Dios serviçio en punto lo desea.
Desea oír misas e fazer oblaçiones,
desea dar a pobres bodigos e raziones,
fazer mucha limosna e decir oraçiones:
Dios con esto se sirve, bien lo vedes, varones.
Qualquier omne que l’oya, si bien trobar sopiere,
puede más añadir e emendar, si quisiere;
ande de mano en mano a quienquier que l’ pidiere:
como pella a las dueñas, tómelo quien podiere.
Pues es de buen amor, enprestadlo de grado:
no l’ neg[u]edes su nombre ni l’ dedes refertado,
no l’ dedes por dineros vendido ni alquilado,
ca no ha grado nin graçia el buen amor conprado.
Fizvos pequeño libro de testo, mas la glosa
non creo que es chica, ante es bien grand prosa,
que sobre cada fabla se entiende otra cosa
sin la que se alega en la razón fermosa.
De la santidat mucha es bien grand liçionario,
mas de juego e de burla es chico brevïario;
por ende fago punto e çierro mi armario:
séavos chica fabla, solaz e letüario.
Señores, hevos servido con poca sabidoría,
por vos dar solaz a todos, fablévos en juglería;
yo un gualardón vos pido: que por Dios en romería,
digades un paternóster por mí e avemaría.
Era de mill e trezientos e ochenta e un años,
fue conpuesto el romançe por muchos males e daños
que fazen muchos e muchas a otros con sus engaños,
e por mostrar a los simples fablas e versos estraños.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita: Libro de Buen Amor
La obra más importante del Mester de Clerecía en el siglo XIV es el Libro de buen amor, de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.
Aunque el autor declara su intención didáctica de prevenirnos contra el “loco amor del mundo”, el libro invita a la trasgresión y al goce de la vida. Una aguda penetración de la realidad y una poderosa capacidad para la recreación del habla cotidiana y para la parodia de los lenguajes doctos hacen de esta obra una de las mayores de nuestra literatura.
(Fuente: www.poeticas.es)
Aunque el autor declara su intención didáctica de prevenirnos contra el “loco amor del mundo”, el libro invita a la trasgresión y al goce de la vida. Una aguda penetración de la realidad y una poderosa capacidad para la recreación del habla cotidiana y para la parodia de los lenguajes doctos hacen de esta obra una de las mayores de nuestra literatura.
(Fuente: www.poeticas.es)