2 de junio de 2010

Francisco de Quevedo

Francisco de Quevedo y Villegas (Madrid, 1580 — Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1645) fue un noble, político y escritor español del Siglo de Oro, uno de los más destacados de la historia de la literatura española. Ostentó los títulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.

Francisco de Quevedo

Su infancia transcurrió en Madrid, rodeado de nobles y potentados, ya que sus padres desempeñaban altos cargos en Palacio. Estudió Teología en Alcalá de Henares sin llegar a ordenarse y lenguas antiguas y modernas. Durante la estancia de la Corte en Valladolid parece ser que circularon los primeros poemas de Quevedo, que imitaban o parodiaban los de Luis de Góngora, el cual decidió atacarlo con otra serie de poemas; Quevedo le contestó y ese fue el comienzo de una enemistad que no terminó hasta la muerte del poeta cordobés.

Lo más original de la obra literaria de Quevedo radica en el estilo, vinculado al Conceptismo barroco y por lo tanto muy amigo de la concisión, de la elipsis y del cortesano juego de palabras. De léxico muy abundante, creó además muchos neologismos por derivación y composición. En su sátira se acerca a veces a la estética del expresionismo al degradar a las personas mediante la cosificación y la animalización. Muchos escritores barrocos posteriores imitaron su estilo.

Abominó de la estética del Culteranismo cuyo líder, Luis de Góngora, fue violentamente atacado por Quevedo en sátiras personales. Contra la pedantería y obscuridad que le imputaba se propuso también editar las obras de los poetas renacentistas como Fray Luis de León.

Poesía satírica.
La mayor parte de la producción poética de Quevedo es satírica. Sin embargo, cultivó también una fina lírica cortesana realizando un cancionero de corte petrarquista en temas, estilo y tópicos, prácticamente perfecto en técnica y fondo, en torno a la figura de Lisi, que es un arquetipo de mujer.

El cauce preferido por Quevedo para expresar la abundante vena satírica de que hizo gala fueron sobre todo el romance y el soneto, pero también utilizó la letrilla como vehículo de una crítica social que refleja los motivos más profundos de la decadencia de España. Un buen ejemplo de estas letrillas es la famosa "Poderoso Caballero es Don Dinero":

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

(LETRILLA)

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
De contino anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el Mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Es galán, y es como un oro,
Tiene quebrado el color,
Persona de gran valor,
Tan Cristiano como Moro.
Pues que da y quita el decoro
Y quebranta cualquier fuero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales.
Y pues es quien hace iguales
Al duque y al ganadero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo menos de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla
Y al cobarde hace guerrero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Sus escudos de Armas nobles
Son siempre tan principales,
Que sin sus Escudos Reales
No hay Escudos de armas dobles.
Y pues a los mismos robles
Da codicia su minero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Por importar en los tratos
Y dar tan buenos consejos,
En las Casas de los viejos
Gatos le guardan de gatos.
Y pues él rompe recatos
Y ablanda al juez más severo,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Y es tanta su majestad
(Aunque son sus duelos hartos),
Que con haberle hecho cuartos,
No pierde su autoridad.
Pero pues da calidad
Al noble y al pordiosero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Nunca vi Damas ingratas
A su gusto y afición,
Que a las caras de un doblón
Hacen sus caras baratas.
Y pues las hace bravatas
Desde una bolsa de cuero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra,
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
Y hace proprio al forastero,
Poderoso Caballero
Es don Dinero.




Paco Ibáñez: Poderoso caballero es Don Dinero (1968)