Ven a mi pecho, alma sorda y cruel,
Tigre adorado, monstruo de aire indolente;
Quiero enterrar mis temblorosos dedos
En la espesura de tu abundosa crin;
Sepultar mi cabeza dolorida
En tu falda colmada de perfume
Y respirar, como una ajada flor,
El relente de mi amor extinguido.
¡Quiero dormir! ¡Dormir más que vivir!
En un sueño, como la muerte, dulce,
Estamparé mis besos sin descanso
Por tu cuerpo pulido como el cobre.
Para ahogar mis sollozos apagados,
Sólo preciso tu profundo lecho;
El poderoso olvido habita entre tus labios
Y fluye de tus besos el Leteo.
Mi destino, desde ahora mi delicia,
Como un predestinado seguiré;
Condenado inocente, mártir dócil
Cuyo fervor se acrece en el suplicio.
Para ahogar mi rencor, apuraré
El nepentes y la cicuta amada,
del pezón delicioso que corona este seno
el cual nunca contuvo un corazón.
Charles Baudelaire: Las flores del mal
(Versión de Antonio Martínez Sarrión)
nepentes: pócima mágica que los antiguos ingerían para suprimir
la tristeza y el dolor y que, posiblemente, contenía algún estupefaciente.
la tristeza y el dolor y que, posiblemente, contenía algún estupefaciente.
Leteo: uno de los ríos del infierno, cuyas quietas aguas permitían a los
muertos el olvido de sus afanes terrestres.
Charles Baudelaire (París, 1821 - 1867). Poeta francés. Huérfano de padre desde los seis años, inició sus estudios en Lyon en 1832 y los prosiguió en París, de 1836 a 1839. Llevó una vida liberal, a menudo libertina y a veces escandalosa. Complicaciones en su salud derivadas de la sífilis que padecía le produjeron la muerte en 1867.
Destacó como crítico de arte y fue además pionero en el campo de la crítica musical. La publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica que se creó en torno a su persona. Los poemas (las flores) fueron considerados «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres» y su autor fue procesado. Sin embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen ni la multa de trescientos francos que le fue impuesta impidieron la reedición de la obra en 1861. En esta nueva versión aparecieron, además, treinta y cinco textos inéditos. Sus obras completas se publicaron por primera vez en 1939.
ANGUSTIA
Hoy no vengo a vencer tu cuerpo, oh bestia llena
de todos los pecados de un pueblo que te ama,
ni a alzar tormentas tristes en tu impura melena
bajo el tedio incurable que mi labio derrama.
Pido a tu lecho el sueño sin sueños ni tormentos
con que duermes después de tu engaño, extenuada,
tras el telón ignoto de los remordimientos,
tú que, más que los muertos, sabes lo que es la nada.
Porque el Vicio, royendo mi majestad innata,
con su esterilidad como a ti me ha marcado;
pero mientras tu seno sin compasión recata
un corazón que nada turba, yo huyo, deshecho,
pálido, por el lúgubre sudario obsesionado,
¡con terror de morir cuando voy solo al lecho!
Stéphane Mallarmé: Angustia
(Versión de Andrés Holguín)
Carlos Schwabe: La muerte del sepulturero
ANGUSTIA
Hoy no vengo a vencer tu cuerpo, oh bestia llena
de todos los pecados de un pueblo que te ama,
ni a alzar tormentas tristes en tu impura melena
bajo el tedio incurable que mi labio derrama.
Pido a tu lecho el sueño sin sueños ni tormentos
con que duermes después de tu engaño, extenuada,
tras el telón ignoto de los remordimientos,
tú que, más que los muertos, sabes lo que es la nada.
Porque el Vicio, royendo mi majestad innata,
con su esterilidad como a ti me ha marcado;
pero mientras tu seno sin compasión recata
un corazón que nada turba, yo huyo, deshecho,
pálido, por el lúgubre sudario obsesionado,
¡con terror de morir cuando voy solo al lecho!
Stéphane Mallarmé: Angustia
(Versión de Andrés Holguín)
Stéphane Mallarmé. Poeta francés nacido en Paris en 1842. Huérfano desde los siete años, estudió bachillerato en Sens y viajó a Londres para acreditarse como profesor de inglés. Muy joven empezó a escribir poesía bajo la influencia de Charles Baudelaire, alternando la labor literaria con su actividad académica en varios institutos franceses.
A partir de 1871, ya instalado en Paris, se dio a conocer con las obras Herodías (1869) y La siesta de un fauno (1876).
A partir de 1871, ya instalado en Paris, se dio a conocer con las obras Herodías (1869) y La siesta de un fauno (1876).
Antes de fallecer en Paris en 1898, publicó una antología denominada Verso y prosa en 1893.